lunes, 22 de septiembre de 2014

IMPOSIBLE

Te regalo todo lo que sentí ese agosto
cuando me miraron por primera vez
tus ojos tristes,
y quedé prendado de tus manos pequeñas
como sueños.
Te regalo el día en que conocí el mar
y quedé inmóvil
ante la maravilla de lo inmenso
cerrando mis ojos para poder ver todo.
Te regalo todas las tardes de lluvia,
las que más me gustan,
aún pagando el precio
de no volver a sentir las gotas en mi cara.
Te regalo esa noche a orillas del lago
cuando la luna fue solamente nuestra
y el reflejo blanco en el agua
fue luna de sombra en los abrazos.
Te regalo la mejor canción,
esa que una vez se escribió en Barcelona,
en Cuba o Buenos Aires,
y que siento brutalmente mía.
Te regalo este corazón maltrecho
que envejeció una siesta de febrero
con el golpe frío
de un teléfono sin nadie al otro lado.
Te regalo todo lo que tengo
sin peros ni condiciones,
aun sabiendo que es imposible
regalarte lo que es tuyo.
P.S.

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